Stops...Lo más complicado de un sistema de trading
(Artículo publicado en la web www.rankia.com http://www.rankia.com/blog/secretosbolsa/855268-mas-complicado-sistema-trading)
En primer lugar y antes de entrar en materia, enumeraré los principales tipos de stops que podemos encontrarnos:
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Stop-loss: Es el stop de pérdidas convencional, de manera que
se fija a un determinado nivel de precios y si el precio cae por debajo
para una operación en la que estamos largos nos sacará de la misma
garantizándonos una pérdida máxima, la que estamos dispuestos a
arriesgar y en función de la cual hemos fijado el precio del stop-loss.
En el caso de que estemos cortos, el stop de pérdidas saltará cuando el
precio sobrepase el nivel de stop.
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Stop-loss dinámico (Trailing stop): A diferencia del
anterior, el nivel de stop de pérdidas es un stop variable, y esta
variación se puede conseguir en función de muchos parámetros. Algunos
ejemplos típicos son un stop variable en función del cambio en el
precio, otros son variables en
función de la volatilidad o el indicador ATR, de manera que si tenemos
una volatilidad alta el stop lo mantenemos más alejado del precio para
permitirle más variaciones y que no nos deje fuera de la operación a la
primera de cambio. En el caso de un stop variable con el precio
perseguimos el ir haciendo que la cantidad que estamos dispuestos a
perder en la operación sea cada vez menor a medida que el precio se
mueve en la dirección que habíamos previsto con nuestro sistema de
trading. De esta forma se puede incluso llegar a la situación en la que
el stop-loss esté por encima del precio de entrada (en el caso de
posicionarnos largos), lo que nos garantiza que en esa operación nunca
vamos a perder dinero, pues un porcentaje ya lo tenemos asegurado.
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Stop profit:Es el stop de beneficios, es decir, hay muchos
inversores que de la misma manera que deciden fijar un stop de pérdidas
antes de entrar al mercado, también introducen un nivel de ganancias con
el que se conformarían, pues piensan que el valor no va a ir mucho más
allá. Este tipo de stops tienen el inconveniente de que te puedes perder
gran parte del movimiento por salirte antes de tiempo, y no es muy
bueno conformarte con un 20% cuando podías haber multiplicado esos
beneficios por cinco si hubieses seguido hasta el final.
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Break even: Este término significa colocar el stop de
pérdidas al mismo nivel de entrada en la operación, o ligeramente
superior (operaciones de compra) o ligeramente inferior (para posiciones
cortas) suficiente para cubrir las comisiones. Obviamente éste no será
el stop con el que entremos en la operación, sino un movimiento del
mismo al nivel de entrada cuando veamos que se da el momento propicio en
función del comportamiento del valor.
¿Por qué la gestión de stops da tantos quebraderos de cabeza?
En primer lugar tenemos que saber dónde debemos poner el stop-loss. La
respuesta a esta pregunta pasa por dos aspectos: en primer lugar el análisis técnico y en segundo lugar la psicología de masas.
El análisis técnico nos permite marcar en el gráfico de cotización de
un valor los distintos soportes y resistencias, en función de máximos y
mínimos representativos, nos permite identificar patrones muy fiables
como los dobles o triples suelos y techos, nos permite dibujar gráficas
representativas de la tendencia como pueden ser todo tipo de medias,
simples, móviles, móviles ponderadas, etc.
Con todo esto podremos marcarnos niveles de stop-loss, por ejemplo un
soporte, la propia media, es decir, que nos salte el stop cuando el
precio perfore la media de 200 sesiones a la baja, un doble suelo, etc.
Para el caso de cortos utilizaríamos las resistencias, dobles techos, la
media cuando es perforada hacia arriba, etc.
¿Cuántas veces os ha pasado que habéis colocado un stop-loss en un
soporte de referencia, os ha saltado el stop-loss y luego el precio ha
continuado en la dirección que habías determinado cuando entrasteis en
la operación? Seguramente muchas más veces de las que hubieseis deseado,
pues la cara que se te queda es para enmarcar.
Podéis ver en este ejemplo de Enagás cómo después de haber entrado
largos por las razones que sean, y colocando nuestro stop-loss, si este
lo hubiésemos puesto automático, es decir, hubieseis metido una orden de
stop en el momento de comprar las acciones, en la vela de la cola larga
os hubiera saltado el stop y habrías quedado fuera de la operación,
perdiéndoos la posterior subida que realizó el valor según lo que habías
supuesto inicialmente. Esta es una trampa muy habitual en los mercados.
Por este motivo hablamos de psicología de masas, porque tendremos que
intentar pensar cómo operan las manos fuertes, la gente que mueve
realmente el mercado, porque son ellos los que van a hacer saltar los
stop-loss de los pequeños inversores como tú y como yo.
¿Podemos solucionar esta primera traba?
La respuesta es sí, y de dos maneras, compatibles entre sí y dependiendo de la forma de operar de cada uno.
Una forma es colocar el stop-loss un poco alejado del nivel de
referencia, pero sólo un poco, porque si no puede ocurrir que el nivel
de stop se nos dispare, y si tenéis una buena gestión de capital, cuando
tengáis un stop-loss elevado el sistema pondrá a vuestra disposición
muy poca cantidad de capital para invertir, pues entiende que el riesgo
es demasiado alto.
La segunda forma, y la que más me gusta, es no trabajar con stop-loss
automático, es decir, yo decido cuándo hago saltar el stop-loss. Esta
estrategia es bastante útil si trabajas con gráficas semanales, no
diarias.
¿Cuál es el argumento? La respuesta es que de esta manera, yo me libro
de las oscilaciones del precio, es decir, no tengo en cuenta las colas
de las velas, porque solamente tengo en cuenta el precio de cierre de la
vela, en gráfico semanal. En gráfico diario también es posible, pero
por mi experiencia esta forma de operar funciona mucho mejor en gráficos
de velas semanales.
De esta forma, me puedo librar fácilmente de las oscilaciones en la
vela producidas por las manos fuertes para hacer saltar mi stop-loss. Lo
que hago es ver al final de la semana si el precio de cierre de la vela
está por debajo o no de mi nivel inicial de stop. Si está por debajo
(para operaciones de compra) lo que hago es lanzar la orden de venta al
lunes siguiente.
Este método me ha librado de un montón de casos en los que de no
haberlo hecho de este modo me hubiera quedado fuera de la operación,
perdiéndome el posterior movimiento alcista.
La única pega que tiene, pero muy importante, es que hay que ser
estricto, pues depende de nosotros el salir de la operación, pues en
este caso no tenemos una orden de stop lanzada al mercado para
despreocuparnos del valor, sabiendo que el stop saltará cuando tenga que
hacerlo.
Por tanto, el que no quiera, no le guste o no tenga la posibilidad de
utilizar esta segunda estrategia, al menos debería aplicar la primera,
porque está garantizado que si colocamos el stop en el mismo nivel que
el soporte, el stop saltará.
Otro factor que debemos tener en cuenta es qué tipo de orden de stop
lanzamos al mercado, es decir, si se trata de una orden por lo mejor,
una orden al mercado o una orden limitada, porque el funcionamiento es
completamente distinto, no sólo por el tipo de orden en sí misma, sino
también por el activo del que se trate, especialmente de su horquilla.
Si queremos garantizar que nuestras acciones van a ser vendidas al mismo precio del stop, tendremos que introducir una orden de stop limitada,
que garantiza que de venderse las acciones se van a vender a ese precio
y no otro. Sin embargo, este tipo de operaciones tiene un riesgo, y es
que no se haya negociado el precio en el que tenemos el stop, por
ejemplo cuando se produce un gap. Nosotros podemos tener un stop-loss en
10,30€, estar el precio en 10,40€, y bajar de golpe a 10,20€, sin pasar
por 10,30€, por lo que en este caso, la acción ha caído y sin embargo
nuestro stop no ha saltado. ¿Veis el peligro?
Por el contrario, si lo que queremos es que si el valor de la acción
cae por debajo del stop-loss las acciones sean vendidas inmediatamente,
tendremos que utilizar una orden por lo mejor o al mercado,
pero en este caso, nuestras acciones puede ser que se vendan bastante
por debajo del stop-loss. Ello dependerá de la liquidez del valor que
estemos negociando. Por eso hablábamos antes de la horquilla, aunque
este término es más propio del mercado de derivados, como por ejemplo
los futuros.
Como podéis ver, hasta las cosas más sencillas pueden complicarse todo
lo que queramos, y la solución siempre será relativa a nuestro modo de
operar, el activo, el mercado, el broker, etc.
¿Qué tipo de stop-loss nos viene mejor, uno fijo o uno dinámico?
Desgraciadamente no hay una respuesta a esta pregunta, al menos no una
respuesta absoluta, que podáis escribir como regla general a incorporar a
vuestro sistema de trading.
La desventaja que tiene el stop-loss convencional es que al no moverlo,
si no tenemos un stop profit que nos haga salir cuando alcanzamos un
determinado porcentaje de beneficio en la operación, puede ocurrir que,
después de llevar unas ganancias de un 30% el valor se dé la vuelta y
termine por saltar el stop… Entraríamos en depresión, y si acumulamos
tres o cuatro de estas seguramente nos planteemos alejarnos lo máximo
posible de la Bolsa. Esto debemos evitarlo a toda costa. Luego veremos
cómo.
El stop dinámico o trailing stop nos ayuda en estos casos, puesto que,
partiendo de un stop inicial, podemos hacer que automáticamente cuando
se alcance un determinado porcentaje de beneficio o un porcentaje de
subida del precio, el stop se mueva a un nivel que nosotros fijamos, y a
partir de ahí se va a ir subiendo a intervalos fijos cada vez que se
produzca una subida del precio o de los beneficios en un determinado
porcentaje.
Parece la panacea, ¿verdad? Eso me pareció a mí cuando lo descubrí en
el mercado de futuros, pero el grado de desesperación fue del mismo
nivel que en el caso anterior, porque al ir tan ceñido el stop al
precio, cualquier pequeña oscilación en la cotización te hace saltar el
stop, quedándote fuera de juego y perdiéndote lo mejor del movimiento.
El break even es mover el stop al nivel de entrada para cubrir
comisiones y garantizar que en la operación no vamos a perder. Este
tipo de movimiento es muy típico sobre todo en el mercado de futuros, en
operaciones intradía. En el mercado de acciones no es tan habitual,
pero si la operación es de libro, es decir, según nuestro sistema de
trading es una operación que tiene absolutamente todo de cara para salir
bien, podemos arriesgarnos y cuando llevemos un pequeño porcentaje de
beneficio colocarnos en break even, de tal manera que sólo nos quede
esperar a que la acción suba. La gran ventaja de este movimiento es el
grado de tranquilidad y relajación que te entra, porque sabes que no vas
a perder, y si has acertado en el movimiento, ves cómo tus beneficio
van subiendo sin arriesgar nada de tu capital, tan sólo lo que vas
ganando en esa operación.
Para terminar, lo prometido es deuda: Hay una variante del stop
dinámico y que para mí resulta la mejor opción, y es un stop dinámico
manual en función de una serie de criterios preestablecidos.
He cogido todas las operaciones tanto de compra como cortos que mi
sistema de trading me ha indicado en los últimos diez años con todas las
acciones del Ibex 35, y he probado todo tipo de combinaciones de stops,
y el mejor resultado ha sido el siguiente:
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Colocar un stop-loss inicial en función del análisis técnico realizado
sobre el valor y colocándolo ligeramente por encima o por debajo del
soporte o resistencia que haya cogido como próxima referencia.
Normalmente estos soportes y resistencias se obtienen a partir de
mínimos y máximos relevantes. Este punto no es fácil de aprender, y no
queda otra que practicar y practicar hasta cogerle el truco.
Inicialmente se dibujan un montón de soportes y resistencias que al
final no lo son, porque no se han seleccionado bien las velas de
referencia.
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Cuando en algún momento se haya alcanzado un 10-15% de beneficio, es
decir, tenemos en cuenta las colas de las velas, nos ponemos en break
even.
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Para cuando estemos largos, en el caso de que el precio siga subiendo,
esperamos a que alcance el 20% de beneficio, y en ese momento, vemos
dónde nos quedaría la línea del stop en el 10% de beneficio respecto a
la media exponencial ponderada de 30 sesiones, es decir, si el nivel del
10% nos queda por encima de la media, no podemos todavía mover el stop a
este nivel, porque es muy probable que nos deje fuera. Entonces, a
partir de aquí, a medida que sube el precio, vamos moviendo el stop
ligeramente por debajo de la media, hasta que el nivel del 10% nos quede
por debajo de la media, momento en el que lo dejamos fijo, hasta que
alcancemos el 30% de beneficio. Cuando lleguemos a este nivel repetimos
la jugada, y así consecutivamente. Os puedo garantizar que la sensación
es increíble, viendo cómo van subiendo nuestras ganancias y a la par las
vamos garantizando.
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Si estamos cortos, la operativa es la misma pero a la inversa, y
tendremos que ver en cada momento si el nuevo nivel de stop está por
encima de la media. Si está por debajo no podremos colocarlo ahí y
tendremos que ir moviendo el stop ligeramente por encima de la media.
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A la hora de rebasarse un nivel de stop, lo tengamos donde lo
tengamos, debe ser a cierre de vela, no las colas, por lo que comentamos
anteriormente en este artículo.
Aquí tenéis el ejemplo anterior donde habíamos perdido todo en nuestra
operación con Enagás al saltarnos el stop-loss que teníamos
inicialmente, después de haber llegado a tener en nuestras manos un
beneficio del 28%, pero ahora aplicando un stop dinámico manualmente de
la forma comentada.
Una vez hemos conseguido un beneficio mayor del 10% nos ponemos en
break even. Cuando se alcanza el 20% de beneficio movemos el stop a la
línea azul marcada en la gráfica correspondiente a unos beneficios del
10%. El valor no llega a alcanzar el 30%, por lo que no hay un nuevo
movimiento del stop dinámico, y nos salta el stop ganando
aproximadamente un 10% cuando el valor rompe el stop. Vemos que el stop
estaba muy bien seleccionado, porque una vez se rompió, la acción cayó
prácticamente a la mitad de su valor en al menos unos meses.
Personalmente es el sistema de gestión de stops que mejor resultado me
ha dado y con diferencia, al menos en las operaciones con acciones,
porque con futuros es otro cantar.
Por todo lo expuesto, os comentaba al principio del artículo, que la
gestión de los stops es el aspecto del trading más difícil de
configurar, y además, requiere de una gran sangre fría; como se dice por
ahí, hay que tener la cabeza fría y los pies calientes. Os aseguro que
es muy difícil que llevando un 50% de beneficios tengáis un stop en una
zona cercana al 30%, porque estaréis pensando constantemente que podéis
perder de un plumazo casi la mitad de lo que llevabais ganado. No
obstante hay que pensar que ya tendríamos garantizado un 30% de
ganancias, con lo que la perspectiva cambia radicalmente.
Bueno, espero que el artículo os sea de utilidad; están plasmadas mis
peleas con los stops a lo largo de los años y todo lo que he podido
sacer en claro, mucho o poco.
Jose Manuel y Rocío