¿Se ha vuelto loco el mercado? Manipulación y amplitud
Pocas veces podemos asistir a un fenómeno
bursátil tan extraño como el que se vive actualmente: un mercado que se
ha vuelto completamente loco y en el que nadie sabe a qué carta
quedarse. Un mercado que se resiste a caer pero al que todos auguran un
cercano cataclismo que no termina de producirse. Un mercado que, ahora
más que nunca, parece completamente dopado por la liquidez extrema y los
bajos tipos de interés, especialmente en Estados Unidos, y que da
muestras de una manipulación de un nivel de descaro realmente increíble.
Los primeros síntomas de lo que digo se pudieron ver hace ya tiempo con un mercado que suma récord tras récord y que, en cambio, lo hace sin volumen o lo que es peor, con volúmenes decrecientes. Nos cuentan que cada vez se invierte menos directamente en acciones y cada vez más en instrumentos derivados, que los grandes flujos de capital vuelan hacia los futuros y las opciones. Y es cierto, sin duda, pero no explica por qué el mercado sube cuando los valores que suben son cada vez menos.
Luego fueron los contadores de ondas los que alertaron de que algo raro está pasando. Contar ondas siempre ha sido difícil y yo lo he clasificado en muchas ocasiones en la categoría de arte. Pero hasta los artistas más consagrados flipan en los últimos tiempos con las “anomalías de mercado”.
El nivel de descaro y manipulación, decía antes, ha llegado al límite, con el Dow Jones sumando un nuevo récord histórico en un día en el que el mercado en general no estaba orientado al alza, con más valores a la baja que al alza y el índice de la “clase baja” del mercado, el Russell 2000, bajando. ¿Lo han detectado los indicadores de amplitud? ¿Han lanzado alguna señal de alarma?
Busquemos en el Oscilador McClellan y nuestro ya tradicional gráfico del S&P 500 canalizado:
Es la segunda vez en poco tiempo que asisto a un fenómeno de estas características. Fijándonos en el Oscilador McClellan, asistimos a un recorte importante, con el mercado ya contra las cuerdas y a punto de la capitulación. El Oscilador ha llegado ya a uno de los puntos en los que una salida al alza es fiable. ¡¡Pero el S&P no ha retrocedido ni un palmo y el Dow Jones se ha permitido el lujo de marcar nuevos máximos incluso!!
Total, que como me dijo Ángel la otra vez que vimos algo así, “tenemos una corrección de mierda pero el fondo del mercado tiene una corrección en toda regla y eso nos lo demuestran los indicadores de amplitud“. ¿Es esto una corrección sin “escaparate”? ¿Quieren los grandes mantener los índices al precio que sea mientras por la espalda pegan puñaladas a diestro y siniestro en los valores que apenas se ven?
Los indicadores de amplitud no hacen distinciones, no seleccionan a 30 o a 500 para que representen al conjunto, sino que cada cual se representa a si mismo y con el mismo valor, sin ponderar, que tiene el de al lado. Y visto así el asunto, el mercado está cayendo. No hay una generalidad de valores alcistas, sino una generalidad de índices alcistas en Estados Unidos.
Pero son muy listos estos tipos y habían logrado mantener oculta la manipulación para la Línea AD, cosa que esta semana ya no ha sido posible aguantar. Hasta hace poco, decíamos eso de que la Linea AD seguía marcando máximos ascendentes y que se había recuperado de episodios anteriores de dudas. Pues bien, ha vuelto a entrar en un episodio de dudas:
La línea azul del indicador inferior es la AD correspondiente a valores y la verde la correspondiente a volumen. Se puede ver la de valores realmente perjudicada, en tanto que la de volumen se mantiene algo mejor por culpa de un curioso fenómeno de definición del indicador. Lo que hace la Línea AD es sumar cada día desde 1965 la diferencia entre los valores que suben y bajan y si la referimos al volumen suma la diferencia entre el volumen de los valores que suben y el volumen de los valores que bajan cada día. Si hay mucho o poco volumen da igual al tratarse de una diferencia. De hecho, las diferencias tienden a acortarse cuando el volumen es menor, por lo que la línea de volumen lleva meses registrando mejor evolución que la de valores.
En la parte superior, la Línea AD Normalizada nos ratifica lo que ya sabíamos al ver el Oscilador McClellan: el mercado está en corrección digan lo que digan los índices.
Para nosotros, españolitos que tenemos la mala costumbre de mirar, aunque sea de reojo, el Ibex 35, lo de la manipulación con descaro es algo muy asumido. En un índice en el que entre cinco valores deciden el rumbo y el resto hace de palmeros todo es posible a poco que se intente. Pero los índices americanos suelen ser más serios. Por eso llama más la atención lo que pasa.
Veamos un último gráfico que nos muestra otro punto de vista:
El indicador inferior es el ADX referido a amplitud en lugar de a precios y los que nos muestra es una pérdida completa de la tendencia alcista anterior. Aún no se ha declarado bajista, ya que este indicador solo marca tendencias cuando repunta hacia arriba con independencia de que sea alcista o bajista, pero sí que ha alertado claramente de que el alcismo se ha quedado sin fuerza.
Y en la parte superior podemos ver el Ratio de Volumen entre valores alcistas y bajistas. No gana la batalla nadie y el indicador se ha enmarañado como solo lo hace en los momentos previos a un estallido alcista o a una capitulación.
Y ahora me haréis la pregunta de siempre: ¿Alcista o bajista? Y yo responderé con sinceridad absoluta: si con la que está cayendo en el mercado los índices no retroceden, alcista. Eso sí, ya sabéis que solo puede cambiar de opinión aquél que tiene una y que yo me distingo por cambiar de opinión en cuanto los indicadores me convencen. No soy de los que le dicen al mercado lo que tiene que hacer. Yo creo una cosa, pero si el mercado me dice lo contrario, tardo milésimas de segundo en darle la razón. Porque luchar contra el mercado es inútil y te arruina.
Los primeros síntomas de lo que digo se pudieron ver hace ya tiempo con un mercado que suma récord tras récord y que, en cambio, lo hace sin volumen o lo que es peor, con volúmenes decrecientes. Nos cuentan que cada vez se invierte menos directamente en acciones y cada vez más en instrumentos derivados, que los grandes flujos de capital vuelan hacia los futuros y las opciones. Y es cierto, sin duda, pero no explica por qué el mercado sube cuando los valores que suben son cada vez menos.
Luego fueron los contadores de ondas los que alertaron de que algo raro está pasando. Contar ondas siempre ha sido difícil y yo lo he clasificado en muchas ocasiones en la categoría de arte. Pero hasta los artistas más consagrados flipan en los últimos tiempos con las “anomalías de mercado”.
El nivel de descaro y manipulación, decía antes, ha llegado al límite, con el Dow Jones sumando un nuevo récord histórico en un día en el que el mercado en general no estaba orientado al alza, con más valores a la baja que al alza y el índice de la “clase baja” del mercado, el Russell 2000, bajando. ¿Lo han detectado los indicadores de amplitud? ¿Han lanzado alguna señal de alarma?
Busquemos en el Oscilador McClellan y nuestro ya tradicional gráfico del S&P 500 canalizado:
Es la segunda vez en poco tiempo que asisto a un fenómeno de estas características. Fijándonos en el Oscilador McClellan, asistimos a un recorte importante, con el mercado ya contra las cuerdas y a punto de la capitulación. El Oscilador ha llegado ya a uno de los puntos en los que una salida al alza es fiable. ¡¡Pero el S&P no ha retrocedido ni un palmo y el Dow Jones se ha permitido el lujo de marcar nuevos máximos incluso!!
Total, que como me dijo Ángel la otra vez que vimos algo así, “tenemos una corrección de mierda pero el fondo del mercado tiene una corrección en toda regla y eso nos lo demuestran los indicadores de amplitud“. ¿Es esto una corrección sin “escaparate”? ¿Quieren los grandes mantener los índices al precio que sea mientras por la espalda pegan puñaladas a diestro y siniestro en los valores que apenas se ven?
Los indicadores de amplitud no hacen distinciones, no seleccionan a 30 o a 500 para que representen al conjunto, sino que cada cual se representa a si mismo y con el mismo valor, sin ponderar, que tiene el de al lado. Y visto así el asunto, el mercado está cayendo. No hay una generalidad de valores alcistas, sino una generalidad de índices alcistas en Estados Unidos.
Pero son muy listos estos tipos y habían logrado mantener oculta la manipulación para la Línea AD, cosa que esta semana ya no ha sido posible aguantar. Hasta hace poco, decíamos eso de que la Linea AD seguía marcando máximos ascendentes y que se había recuperado de episodios anteriores de dudas. Pues bien, ha vuelto a entrar en un episodio de dudas:
La línea azul del indicador inferior es la AD correspondiente a valores y la verde la correspondiente a volumen. Se puede ver la de valores realmente perjudicada, en tanto que la de volumen se mantiene algo mejor por culpa de un curioso fenómeno de definición del indicador. Lo que hace la Línea AD es sumar cada día desde 1965 la diferencia entre los valores que suben y bajan y si la referimos al volumen suma la diferencia entre el volumen de los valores que suben y el volumen de los valores que bajan cada día. Si hay mucho o poco volumen da igual al tratarse de una diferencia. De hecho, las diferencias tienden a acortarse cuando el volumen es menor, por lo que la línea de volumen lleva meses registrando mejor evolución que la de valores.
En la parte superior, la Línea AD Normalizada nos ratifica lo que ya sabíamos al ver el Oscilador McClellan: el mercado está en corrección digan lo que digan los índices.
Para nosotros, españolitos que tenemos la mala costumbre de mirar, aunque sea de reojo, el Ibex 35, lo de la manipulación con descaro es algo muy asumido. En un índice en el que entre cinco valores deciden el rumbo y el resto hace de palmeros todo es posible a poco que se intente. Pero los índices americanos suelen ser más serios. Por eso llama más la atención lo que pasa.
Veamos un último gráfico que nos muestra otro punto de vista:
El indicador inferior es el ADX referido a amplitud en lugar de a precios y los que nos muestra es una pérdida completa de la tendencia alcista anterior. Aún no se ha declarado bajista, ya que este indicador solo marca tendencias cuando repunta hacia arriba con independencia de que sea alcista o bajista, pero sí que ha alertado claramente de que el alcismo se ha quedado sin fuerza.
Y en la parte superior podemos ver el Ratio de Volumen entre valores alcistas y bajistas. No gana la batalla nadie y el indicador se ha enmarañado como solo lo hace en los momentos previos a un estallido alcista o a una capitulación.
Y ahora me haréis la pregunta de siempre: ¿Alcista o bajista? Y yo responderé con sinceridad absoluta: si con la que está cayendo en el mercado los índices no retroceden, alcista. Eso sí, ya sabéis que solo puede cambiar de opinión aquél que tiene una y que yo me distingo por cambiar de opinión en cuanto los indicadores me convencen. No soy de los que le dicen al mercado lo que tiene que hacer. Yo creo una cosa, pero si el mercado me dice lo contrario, tardo milésimas de segundo en darle la razón. Porque luchar contra el mercado es inútil y te arruina.